

La hepatitis sigue siendo una preocupación de salud pública a nivel mundial. Conocer las particularidades de cada tipo no solo facilita el diagnóstico oportuno, sino que permite establecer medidas de prevención. En esta entrada te explicamos de manera sencilla qué distingue a la hepatitis A, B y C, desde su forma de transmisión hasta su evolución clínica.
Hepatitis A, B y C: diferencias clave que debes conocer
La hepatitis es una de las principales causas de enfermedad hepática en todo el mundo, pero no todas sus variantes se comportan igual. Comprender las diferencias entre hepatitis A, B y C es esencial para el diagnóstico, prevención y atención al paciente.
Hepatitis A (HAV): transmisión y características
La hepatitis A (HAV) es una infección principalmente aguda pero puede convertirse en enfermedad crónica en algunas ocasiones ,se transmite principalmente por vía fecal-oral, es decir, a través de agua o alimentos contaminados.La mayoría de los pacientes se recupera completamente. Suele manifestarse con ictericia, fiebre y malestar general. La prevención se basa en la vacunación y en medidas de higiene.
Hepatitis B (HBV): evolución y riesgos
La hepatitis B es una infección hepática grave causada por el virus de la hepatitis B (HBV). En la mayoría de las personas, la hepatitis B es de corta duración, que también se denomina aguda. La hepatitis B aguda dura menos de seis meses. Sin embargo, en otras personas, la infección se vuelve crónica, lo que significa que dura más de seis meses. La hepatitis B crónica aumenta el riesgo de insuficiencia hepática, cáncer de hígado y formación de cicatrices graves en el hígado, denominada cirrosis.
El virus de la hepatitis B (HBV) es más complejo. Se transmite por contacto sexual, sangre o de madre a hijo durante el parto. La vacunación también es una medida clave de prevención.
Los síntomas de la hepatitis B aguda varían de leves a graves. Por lo general, los síntomas comienzan aproximadamente de 1 a 4 meses después de la infección con el virus de la hepatitis B. Sin embargo, podrías notarlos incluso dos semanas después de infectarte. Algunas personas con hepatitis B aguda o crónica pueden no tener síntomas, en especial los niños pequeños.
Los síntomas de la hepatitis B pueden incluir los siguientes:
Hepatitis C (HCV): infección crónica silenciosa
La hepatitis C se transmite principalmente a través del contacto con la sangre de una persona infectada. Esto puede ocurrir al compartir agujas o jeringas, o al entrar en contacto con sangre infectada a través de heridas o mucosas. No existe vacuna preventiva, pero hay tratamientos antivirales de alta eficacia.
Es importante destacar que la hepatitis C no se transmite por:
Prevención:
Conclusión
Conocer la Hepatitis con sus diferentes tipos A,B y C; cómo una enfermedad que puede ocasionar hasta la muerte; sus síntomas, tratamientos y pronóstico de la enfermedad nos permite tener un diagnóstico oportuno con calidad de vida y también orientar estrategias de prevención y abordaje clínico.
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