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Guía rápida: 3 errores que debes EVITAR al elegir tu analizador clínico.

Guía rápida: 3 errores que debes EVITAR al elegir tu analizador clínico.

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Elegir un analizador clínico es una decisión que va mucho más allá del catálogo o el precio. Se trata de una inversión estratégica que influirá en la eficiencia operativa, la calidad de los resultados y la sostenibilidad del laboratorio. Por eso, en esta guía rápida te compartimos tres errores frecuentes que pueden comprometer esa elección... y cómo prevenirlos desde el inicio.

1. Elegir un equipo solo por su costo inicial

Un error frecuente es basar la compra únicamente en el precio del equipo. Pero este valor inicial no refleja el costo total de propiedad (TCO), que incluye todos los gastos asociados durante la vida útil del instrumento. Considera:

  1. Disponibilidad y estabilidad de los reactivos: Es importante asegurarse de que los reactivos estén disponibles localmente, tengan buena estabilidad en almacenamiento (idealmente >30 días después de abiertos) y que el equipo no requiera consumibles patentados de difícil acceso.
  2. Costo por prueba: Calcula el gasto por análisis completo, considerando volumen de uso, consumibles, calibradores y controles. Un equipo barato con insumos caros puede salir más costoso a mediano plazo.
  3. Consumo de energía y agua: Algunos analizadores usan sistemas cerrados con recirculación o no requieren agua destilada, lo que reduce el gasto mensual y simplifica la instalación.
  4. Mantenimiento preventivo y correctivo: Verifica la frecuencia recomendada, si incluye visitas técnicas en la garantía, y cuántos días promedio toma la atención en caso de falla.
  5. Conectividad y eficiencia operativa: La posibilidad de integrarse a un LIS, tener funciones de autolimpieza o notificaciones de error automatizadas puede optimizar enormemente los tiempos de trabajo.

2. Subestimar las necesidades específicas del laboratorio

Un equipo puede ser técnicamente muy completo, pero no adaptarse a la realidad de tu laboratorio. Antes de elegir, analiza con cuidado:

  1. Volumen de pruebas diario y pico: Si el promedio son 50 muestras al día, pero hay días de más de 100, necesitas un analizador que mantenga el ritmo sin retrasos ni sobrecargas.
  2. Menú de pruebas actual y futuro: Considera si el equipo cubre pruebas rutinarias (como química clínica básica) y también otras más especializadas que podrías implementar más adelante.
  3. Velocidad de procesamiento (throughput): ¿Necesitas 100 pruebas por hora o solo 30? Elegir un equipo sobredimensionado puede ser tan problemático como uno insuficiente.
  4. Espacio disponible: Evalúa dimensiones reales con bandejas, acceso lateral o altura de carga. Un equipo compacto puede ser clave en laboratorios pequeños o de baja infraestructura.
  5. Nivel de automatización: Para laboratorios con poco personal, funciones como carga continua, pipeteo automático, programación de lotes o alarmas de error reducen errores y trabajo manual.

3. Restar importancia al proveedor y al soporte técnico

Un buen equipo necesita un buen respaldo. Ignorar este punto puede provocar retrasos operativos, interrupciones o falta de insumos. Asegúrate de:

  1. Solicitar referencias del proveedor: Revisa si tienen experiencia en tu tipo de laboratorio, qué tipo de clientes atienden y si cuentan con personal técnico certificado.
  2. Evaluar tiempos de respuesta y tipo de soporte: ¿El soporte es solo telefónico? ¿Cuentan con técnicos en tu ciudad o dependen de visitas externas? ¿Ofrecen conexión remota para resolución rápida?
  3. Garantizar disponibilidad de refacciones y reactivos: Revisa si los insumos vienen del extranjero, si hay riesgo de interrupciones por aduanas o exclusividad de importación.
  4. Verificar programas de capacitación: Asegura que el proveedor imparta entrenamientos periódicos, especialmente si se actualiza el software o si ingresan nuevos operadores al laboratorio.

En resumen

Elegir un analizador clínico no tiene por qué ser complicado si se consideran los elementos correctos. Al mirar más allá del precio inicial, reconocer las verdaderas necesidades del laboratorio y valorar el soporte del proveedor, se logra una decisión más informada, segura y duradera.

¿Te pareció útil esta guía rápida? Compártela con colegas del laboratorio o profesionales del área que estén por renovar o adquirir nuevos equipos. A veces, evitar un error a tiempo puede hacer toda la diferencia.

El contenido de este blog es de carácter informativo y está dirigido a profesionales de la salud, así como a especialistas en áreas relacionadas con el diagnóstico clínico y seguridad en entornos laborales.

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